Seguramente el poder trabajar con comunidades es lo que mas me encanta, seguramente entenderán que para mi el conocimiento es y debe ser como el agua, transparente y fluido, igualmente debe de ser compartido de manera circular, en doble vÃa y siempre cebando y pasándolo al otro como tal mate en una tarde en argentina.
Asà me sentà el dÃa del conversatorio, o el dÃa de las pintadas, fue un sinfÃn de conocimientos que estaban de lado a lado compartidos, sin pretensiones, sin egos, sin condiciones. Todo este coctel estaba retumbando mi cabeza e incorporando ideas rebeldes de construir desde la nada o desde lo todo, llenando mi maleta de experiencias, pero siempre manejando la distancia, ya que no llevo la verdad a mi paÃs, llevo conocimientos como mezcla de cemento para seguir trabajando en la construcción de buenas cosas, de nuevas estructuras que tengan dentro aires de cambios, de construcción colectiva.
Por este viaje pasaron artistas, gestores, maestros, niños, jóvenes, adultos, personas del común, cada uno de ellos nutriendo constantemente esta insaciable manÃa de poder querer más y más, para entender la razón de mi vivir, de mi afán por ver a la gente creando de la nada, grandes propuestas sin esperar mucho a cambio.
Pero se imaginaran que eso no es lo que se quiere leer, me imagino que quieren conocer que se pintó, con quien pinte y que tanto nivel tiene argentina, pero lastimosamente les quiero decir que hoy No me quiero central en los dos muros, esos los verán en mis redes o en una foto debajo de este texto, quiero que alcancen a entender que ellos, tu, yo y nosotros, compartimos algo que nos hace iguales y eso es ser humanos, y como tal, tenemos todas las ganas de vivir y dejar una huella, no importa cómo, ni donde, solo la queremos dejarla.
